Factotum (2005) · Parte I

El cine que proviene de los Estados Unidos suele poseer unas características que lo definen. Cualquiera pensaríamos en ellas de inmediato al referirnos al término "americanada". Por suerte, la producción cinematográfica estadounidense es muy extensa, y esa denominación se antoja injusta en ocasiones.

Dichas características no es que sean saltadas por los creadores de Factotum, ya que posiblemente ni siquiera les preocupen, sino que simplemente deciden tomar otros caminos, más de la mano con una realidad que es lo que precisamente mucha gente no quiere ver en la gran pantalla. Es posible que algunos puedan calificarlo recurriendo al tópico contrario, es decir, como el típico cine independiente americano.

Sin embargo, el protagonista, que sería calificado por la sociedad anglosajona como un perdedor, no deja de ser un soñador persiguiendo sus sueños, sólo que lo hace de un modo nada convencional. ¿Es más perdedor aquel que está dispuesto a sacrificarlo todo para lograr su sueño, incuso a sabiendas de que podría no conseguirlo, o bien aquel que lo abandona a cambio de una vida fácil y sencilla?.

Hay grandes líneas en el personaje de Matt Dillon, magistralmente escritas por Bukowski. Un personaje que, dicho sea de paso, recuerda sobremanera a algunas de las interpretaciones con las que parece haber creado escuela Steve Buscemi.

Llama la atención la amplia presencia del tan denostado tabaco, algo casi prohibido en las producciones de hoy, y que tan grandes momentos dio al cine en el pasado. Esa debe ser una de las ventajas de hacer cine independiente y no estar bajo el yugo de una gran compañía repleta de compromisos que chocan directamente con la libre expresión del artista.

Factotum no es una película para cualquiera, ¿pero acaso eso no la hace especial?



Factotum @ IMDB

7.0