Battlestar Galactica (2004) [TV]
Estimado Ronald D. Moore, me resulta harto difícil cuantificar la potencia que ha adquirido mi brazo desde que, allá por 2004 en una noche lluviosa de Leeds, descubriera su serie. Y es que de tanto quitarme el sombrero ante usted mi brazo derecho ya casi duplica en tamaño a su homónimo izquierdo, algo similar a lo que le ocurre a Rafa Nadal.
Battlestar Galactica tiene el poder de reinventarse a sí misma, de sorprender y de contener historias personales (rara avis en el género de la ciencia ficción).
En cada episodio me sorprendo esbozando una sonrisa ante un giro de guión tan asombroso como brillante, a la par que original y bien desarrollado. También, en muchos casos me sorprendo liberando una lágrima para que recorra con libertad mi mejilla, una gota compuesta principalmente por emoción pero también en parte por admiración.
Es el trabajo bien hecho de mantener una serie de 40 minutos de duración y de unos veinte episodios por temporada siempre interesante y renovada de forma constante.
Las tramas con muy poco habituales en un género acostumbrado a buscar la satisfacción visual casi en exclusiva. Battlestar Galactica demuestra que esto no es incompatible con unos guiones trabajados y perfectamente estructurados, ni tampoco con tratar historias humanas. Esto último va más allá del mero hecho de introducir drama (sobretodo referido al concepto anglosajón de esta palabra), ya que dota de un mayor sentido al significado de la serie, cuya base es el enfrentamiento entre el hombre y los cylons. También podría ser esto una metáfora del contraste entre lo humano de Battlestar Galactica y lo tecnológico de la mayoría de las compañeras de género.
La tercera temporada ha llegado a su fin. De nuevo, ha sido toda una experiencia disfrutar intensamente del último episodio. En un tiempo en que series sin brillantez y absolutamente huecas pueblan la parrilla estadounidense, como sería el caso de las muy populares Prison Break y Lost (dos series que hace tiempo dejaron de tener algo que contar), Battlestar Galactica como serie viene a significar lo mismo que la nave del mismo nombre comandada por Adama: la supervivencia de los valores ante la invasión robotizada.
Mi más profunda admiración por los responsables de una de los mejores series jamás realizadas.
Battlestar Galactica @ TVRage
Battlestar Galactica tiene el poder de reinventarse a sí misma, de sorprender y de contener historias personales (rara avis en el género de la ciencia ficción).
En cada episodio me sorprendo esbozando una sonrisa ante un giro de guión tan asombroso como brillante, a la par que original y bien desarrollado. También, en muchos casos me sorprendo liberando una lágrima para que recorra con libertad mi mejilla, una gota compuesta principalmente por emoción pero también en parte por admiración.
Es el trabajo bien hecho de mantener una serie de 40 minutos de duración y de unos veinte episodios por temporada siempre interesante y renovada de forma constante.
Las tramas con muy poco habituales en un género acostumbrado a buscar la satisfacción visual casi en exclusiva. Battlestar Galactica demuestra que esto no es incompatible con unos guiones trabajados y perfectamente estructurados, ni tampoco con tratar historias humanas. Esto último va más allá del mero hecho de introducir drama (sobretodo referido al concepto anglosajón de esta palabra), ya que dota de un mayor sentido al significado de la serie, cuya base es el enfrentamiento entre el hombre y los cylons. También podría ser esto una metáfora del contraste entre lo humano de Battlestar Galactica y lo tecnológico de la mayoría de las compañeras de género.
La tercera temporada ha llegado a su fin. De nuevo, ha sido toda una experiencia disfrutar intensamente del último episodio. En un tiempo en que series sin brillantez y absolutamente huecas pueblan la parrilla estadounidense, como sería el caso de las muy populares Prison Break y Lost (dos series que hace tiempo dejaron de tener algo que contar), Battlestar Galactica como serie viene a significar lo mismo que la nave del mismo nombre comandada por Adama: la supervivencia de los valores ante la invasión robotizada.
Mi más profunda admiración por los responsables de una de los mejores series jamás realizadas.
Battlestar Galactica @ TVRage
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