Dreamgirls (2006)

Los musicales en el cine son escasos en producciones pero abundantes en grandes obras. Cierto es que no son películas del gusto de todos pero... ¿alguna lo es? Por lo general, en un musical cada escena contiene una canción. En ellas, los personajes se expresan cantando, en situaciones que en la vida real resultarían cuando menos embarazosas. Este hecho diferencial y también definidor no lo es tal en Dreamgirls. Sí es cierto que cantan, y que esas canciones prosiguen la trama y el argumento de la película, así como sirven a los personajes para expresarse. Sin embargo, lo que diferencia a Dreamgirls es que salvo en alguna contada escena, estas canciones suceden sobre el escenario. Es decir, por lo general la gente canta cuando debería hacerlo. Es algo atípica en ese sentido.

La mejor escena de la película

La primera hora de película resulta soporífica. Tuve fuertes tentaciones de dejar de verla. Sin embargo, por suerte la historia despega, coincidiendo con una excelente escena a cabo de Jennifer Hudson donde interpreta "And I'm Telling You I'm Not Going". Aparte de la potencia de la escena, la aparición de problemas es lo que hace que la película comience a resultar interesante. La película va de menos a más, y se termina levantando cuando ya parecía perdida, hasta lograr salvar la cinta. Es una película correcta, y nada más que eso, lejos de los grandes musicales.

Como suele suceder en las adaptaciones cinematográficas de musicales teatrales, las mayores virtudes en la pantalla son las canciones e historia tomadas del teatro. Eso ocurre también en Dreamgirls.

J y B viéndose en el pre-estreno de Dreamgirls

Si bien todas las voces rayan a un muy buen nivel, las actuaciones sin embargo son dispares. Negativamente destacaría a Beyoncé, cuya virtudes vocales son proporcionales a sus deficiencias interpretativas. Jamie Foxx está poco convincente y fuera de sitio. Una cosa es interpretar a Ray Charles y otra bien distinta es esto. Su inclusión en el reparto es un error.

"Eddie tío, ¡contaba con tu mala interpretación para hacerme quedar bien!"

En el lado opuesto tenemos a Eddie Murphy y a Jennifer Hudson. Es agradable recuperar a Murphy para el cine, después de llevar muchos años arrastrándose por los estudios de cine, y realizando unas decisiones profesionales muy equivocadas. El papel le va que ni pintado, pues se trata de un alocado y divertido músico que poco a poco se desmorona. Eddie pasó sus primeros y mejores años realizando monólogos, trabajando en Saturday Night Live y protagonizando entretenidas películas. En definitiva, divirtiendo al personal con su rompedor y provocador (en aquella época) estilo. Y en lo que se ha convertido su carrera en estos últimos años está a la vista de todos.

Al igual que en el caso de Djimon Hounsou en Blood Diamond, valoras su trabajo a lo largo de la cinta, pero es cuando acomete las escenas dramáticas cuando te das cuenta que estas ante una gran interpretación. Casualmente, también en el caso de Murphy, hay una escena concreta en el último cuarto de película muy destacada, y que debió ser en gran medida responsable del Globo de Oro que ha recibido. Según he leído en una entrevista a Eddie Murphy, se encuentra en una situación personal muy dura, debido a la separación en la que esté metido, y que ha utilizado ese dolor para su interpretación. Sea como sea, buen trabajo.

Eddie muestra registros nunca antes vistos en él

Si algo sobresale en Dreamgirls es una novata llamada Jennifer Hudson. La pantalla se llena (y que nadie piense mal) con cada una de sus apariciones, y cuando la comparte con Beyoncé la hace desaparecer por competo. Su voz es espectacular. Su interpretación lo mejor de la película. La escena que comento anteriormente, y que supone un punto de inflexión, es lo que es gracias a ella. Logra que una película que trata sobre Diana Ross y The Supremes, se convierta en otra sobre el miembro que abandonó el grupo. Es eso lo que verdaderamente interesa.

El tiempo dirá qué da de sí su carrera con su carrera, pero no podría empezar mejor. Sus primeros coqueteos con el mundo del espectáculo fueron en el popular American Idol (el Operación Triunfo americano), concurso que ni siquiera ganó y en el que finalizó en sexto lugar. Está claro que no siempre ganan los mejores, o que no hay que hacer caso a aquellos que te dicen que no vales, y seguir siempre adelante. Jennifer es un gran ejemplo de ello (a ver si dejamos de pensar mal).

"Soy Foxy Cleopatra, y ésta es la última escena que me robas"

Dreamgirls gustará a un tipo muy concreto de personas, y no creo que funcione en España, dónde pasaría totalmente desapercibida de no ser por los premios y nominaciones recibidos. Una película de la que me olvidaré tan pronto termine esta frase.

Bill Condon, creador de las interesantes Gods And Monsters y Kinsey,
ha buscado un producto más comercial con Dreamgirls.

The Supremes @ Wikipedia
The Supremes @ AllMusic
Dreamgirls @ IMDb

6.6