sábado, febrero 03, 2007

The Queen (2006)




Reproducir situaciones reales es complicado. Más si pretendes hacerlo desde la perspectiva de alguien tan hermético como Elizabeth II. Pero aún más si lo sitúas en el marco de la polémica semana de la muerte de Lady Di. Ya el hecho de acometer el proyecto implica subjetividad, en mayor o menor medida. Es inevitable.

En The Queen, vemos una historia real vista a través de los ojos de Stephen Frears, que trata honestamente de mostrar la verdad de lo que aconteció, o al menos aproximarse cuanto sea posible. Pero buscarla no es siempre encontrarla, y eso es algo que nadie en mayor medida que la misma reina podrá atestiguar.


La película está presentada como si de una reproducción literal de los hechos se tratara. Son continuos los insertos de noticias televisivas, así como de imágenes reales de Lady Di, de su entierro, o del pueblo británico en aquellos difíciles días. En definitiva, de cualquier implicado en la historia que no tenga su personaje en la cinta. Por momentos, uno duda de si está ante una película o frente a una dramatización de los hechos.

Cómo he leído recientemente, en aquellos tiempos Gran Bretaña estaba dividida en dos bandos, los monárquicos y los "Dianistas". Algo de esto debe quedar todavía en la actualidad, y seguro que muchos no estarán de acuerdo con la visión de The Queen. Tampoco se puede contentar a todo el mundo, ¿no?


No voy a descubrir nada si digo que Helen Mirren está estelar. Ya en la primera escena te sorprende el extraordinario parecido. Algo que el resto de la película confirma, así cómo del calado de semejante interpretación. Tampoco soy muy original diciendo que nadie más que ella merece el oscar este año. El resto de los personajes también son de sobra conocidos: Tony Blair (aquí clónico a un actor del Polònia de TV3), el príncipe Charles, el marido y la madre de la reina... El primer ministro británico debe estar más que contento con la visión que Frears deja de él.

Un par de cosas sobre Frears. La dirección es correcta, y no pretende lograr nada espectacular ni original. La fotografía, la iluminación, los encuadres... son todos de manual. Imagino que su objetivo es que olvidemos que estamos viendo una película y nos sintamos más como espectadores de algo que realmente está sucediendo. Siguiendo ésta línea, la banda sonora transcurre siempre en un segundo plano. Todo esto ayuda a que el resultado final tenga el aspecto de una película para televisión. Con la diferencia de incluir una encarnación de la reina descomunal por parte de Helen Mirren y desarrollar una historia real más que interesante conocida por todos. Factores que la han llevado al éxito en sí mismos.


Spoilers (pulsa aquí SÓLO si has visto la película)
Hay una escena que destaca por encima de todas. No tan sólo por su fuerza, sino porque nos encontramos ante la más compleja y cinematográfica de todo el filme. Me refiero al momento en que el coche de Elizabeth II, conducido precisamente por ella, queda atorado en el río. Una vez ha pedido ayuda telefónica, y tras unos instantes de soledad, echa a llorar. Es el resultado de toda le presión y tensión acumulada. Me parece soberbio el hecho de no ver su cara en ningún momento mientras derrama lágrimas, no puede ser más apropiado. Más tarde, y aquí viene el meollo de la cuestión, otea en lo alto de una colina, a un magistral ciervo. Queda embelesada ante la majestuosidad de espécimen. Tras escuchar los disparos de unos cazadores (probablemente su marido y nietos) espanta al ciervo para que así huya. Más tarde descubre que ha sido abatido. A diferencia de lo ocurrido con Diana, acude al instante para verlo. Le ponen al tanto de lo ocurrido: el ciervo había cruzado a la finca de al lado y había sido abatido por unos londinenses. Curiosamente, la palabra que usan es la misma que en inglés se utiliza para denominar al acoso de los paparazzi.


Esta gran escena da lugar a múltiples interpretaciones en cuanto al paralelismo del ciervo. Cabe recordar que es tras esta escena cuando la reina finalmente se "baja del carro", y accede a volver a Londres y a hablar ante el pueblo británico sobre la muerte de Lady Di. La metáfora más obvia, y no por eso la más correcta, sería la de Lady Di. También podría interpretarse que ese ciervo es la propia reina. O tal vez incluso la monarquía como concepto. Es posible que la intención fuese que cada uno la interprete en función de sus ideas y simpatías. Si eres de los que empatizan con la reina, verías que es a ella a quien encarna. Y si eres de los "dianistas", pues el ciervo de gran cornamenta personificaría para ti a la princesa de Gales.

Tan sólo, para terminar, destacar una escena realmente emotiva. Es aquella en que la reina, una vez vuelto a Londres, habla con una niña frente a Buckingham Palace. Ésta porta un ramo de flores. La reina le pregunta si quiere que lo deje junto al montón de ellos que muchos otros han dejado en honor a Lady Di. La niña le dice que no, para después, ante su sorpresa y también la nuestra, decirle que son para ellas.




The Queen @ IMDb

7.2

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