domingo, febrero 11, 2007

The Last King of Scotland (2006)




Se acercan los Oscar, y quiera o no, eso influye en las películas que selecciono ver los dos meses anteriores a su entrega. Estoy llegando a un punto en el que comienzo a desear que pasen y volver a las películas que veía antes de esta etapa de premios.

Si hago memoria, recuerdo algunas de las cintas vistas antes de la fiebre de los Oscar. Se dio la coincidencia de que atrevesé una fase (de forma casual) en la que apenas veía ninguna grabada en inglés: Turtles Can Fly, Lola Rennt, Memories of Murder, Tsotsi, Infernal Affairs… Todas ellas fantásticas, cada una con su estilo y origen. Esa variedad es lo que estoy empezando a echar en falta y de qué manera. Con The Last King of Scotland, que curiosamente ni siquiera es americana, he colmado el vaso. Gran parte del cine USA está cortado bajo los mismos patrones. Y a veces eso me agota.


En los últimos tiempos, parece que todas las películas o bien parten de historias reales, o bien están basadas en novelas. Es todavía peor si nos fijamos en cine de menor calado, donde están a la orden del día las secuelas, los remakes, o las películas basadas en comics o similares. Es como si los guionistas de aquellas tierras estuvieran de huelga. ¿Qué ha sido de los auténticos guionistas capaces de crear una historia de la nada? ¿Dónde están? ¿Alguien los ha visto? Por suerte aún quedan artistas como Charlie Kauffman. The Last King of Scotland es el colmo de esto pues está basada en una novela que a su vez está basada en una historia real.

Recientemente he podido ver otras dos películas que también se desarrollaban en África: Tsotsi y Blood Diamond (Diamante de Sangre). Pero no son las únicas que han aparecido últimamente, ahí están Hotel Rwanda o The Constant Gardener (El Jardinero Fiel). Si recordaré alguna dentro de unos años esa sería la excelente Tsotsi, la única producción africana de todas ellas. En The Last King of Scotland, tengo la sensación de ya haber visto anteriormente algunos de sus planos, como aquel en el que vemos a cámara lenta a un puñado de niños africanos saludando. Una secuencia que se ha convertido en todo un cliché si te vas a rodar a África.


Forest Whitaker se está llevando todos y cada uno de los premios que se están entregando este año. Desde luego se ha trabajado el papel, llegando a pasar varios meses en Uganda para su preparación. Una actuación con momentos realmente álgidos, pero en absoluto perfecta. Es excelente en la intensidad, pero mediocre en la quietud. En las escenas que no requieren de ostentosas interpretaciones, la naturalidad no existe. Nunca he creído mucho en Forest, pero este papel le va que ni pintado. Requiere precisamente lo mejor que él puede ofrecer. Es muy posible que se lleve el Oscar, y no seré yo el que diga que no lo merece. Pero personalmente, este actor sigue creándome dudas.

Adi Amin, el tirano ugandés en cuya piel se pone Mr. Whitaker, disponía de dos ojos en perfecto estado. He visto a Forest recientemente y no tiene ningún problema en el ojo. En la película, el tirano tiene el ojo izquierdo a la virulé y no termino de encontrarle ninguna explicación coherente, pensando en qué podría aportar al personaje o al guión. Reconozco que esto es algo que se escapa de su interpretación: ¿por qué el ojo medio cerrado? Una explicación quiero.


La historia, como podría parecer a priori, no se centra en Amin, sino en Garrigan, un escocés que, infeliz con la vida que le espera es su país una vez terminados los estudios, decide emprender la aventura de ejercer su profesión de médico en un sitio elegido al azar, que finalmente será Uganda. Allí su destino se cruzará con el de Amin. Lo que me ha encantado del personaje de Garrigan es su marcado acento escocés. Toda una delicia para los oídos. Por cierto, este personaje no existió en la realidad, fue añadido en la novela en que se basa esta película. Es básicamente el resultado de conjugar a varias personas que sí existieron.

La situación africana ha sido y es muy complicada. Una cosa es saber que ciertas cosas ocurren y otra es verlo. Es difícil de comprender que los países más desarrollados no sólo lo permitan sino que además lo fomenten. En Afganistán se dio la ironía de que los talibanes contra los que luchaba el ejército estadounidense, habían sido armados por ellos mismos, años atrás cuando les apoyaban en su lucha contra los soviéticos. En el caso de Uganda, los ingleses manejaban a sus anchas. Al igual que ponían a un gobernante, luego apoyaban su derrocamiento, algo no menos irónico. En The Last King of Scotland, uno de los ingleses detrás del alzamiento de Amin, declara que la mano dura es lo único que entienden los africanos. Si ya empezamos así…

Se califica a muchas películas como violentas. No diría que ésta lo es especialmente, pero sí contiene dos escenas que me han impresionado, y que me han resultado difícilmente soportables. Tuve que luchar contra el fuerte impulso que me empujaba a desviar la mirada. Si la has visto, sabes a cuales me refiero. Están realmente logradas.


Técnicamente, llaman la atención los planos que contienen a Amin. En su primera aparición en escena, parece como si hasta la cámara le tuviera respeto y se pusiera nerviosa con su presencia, pues ésta se agita de manera incoherente ante su imagen. Se agradece el esfuerzo y la idea, pero tal vez el resultado no es el mejor. El otro aspecto a destacar es el tema del color. Unos colores muy vivos que le dan un aire diferente.

Película sobre un monstruo que da título al film, y sobre una persona real con ansias de aventura, con sus virtudes y sus defectos.


Spoilers (pulsa aquí SÓLO si has visto la película)
¿Tenemos que creernos que un desconocido puede tomar impunemente el arma de un dictador asesino de masas mientras está rodeado por su milicia armada hasta los dientes y no ser acribillado al instante? ¿Puede resultar menos creíble esta escena en la que Garrigan dispara a la agonizante vaca?

Después de ver de qué es capaz de Amin, y teniendo a tu disposición cuanta mujer desees, ¿de verdad habría alguien a quien se le ocurriera liarse con la mujer de un tirano que mata a unos y a otros sin ton ni son?

Me resulta harto difícil comulgar con estos dos aspectos de la historia.


-Are you a Britishman?
-No, i'm a Scot. I'm a Scotchman.






The Last King of Scotland @ IMDb

7.2

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